«No podemos decidir ni cambiar lo que nos ocurre, las circunstancias que la vida me trae, pero si podemos elegir la respuesta vital que podemos dar, es decir, como vamos a reaccionar ante eso que nos está sucediendo y cuál será nuestra actitud ante el reto que la vida nos presenta , haciéndolo en el aquí y el ahora , desde una aceptación amorosa que nos abra la puerta a una nueva experiencia en la podamos transformar nuestros miedos y carencias en oportunidades de crecimiento y madurez en conciencia y plenitud» Dr. Javier G. Norro
Instructor: Dr. Javier García Norro
Días: Febrero- Martes 4 y 18. Marzo.- Martes 4 y 18
Hora: 18:00 a 19:00
Precio: Actividad gratuita
Modalidad: Sesiones grupales
Plazas limitadas.
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La vida es un cambio continuo.
Nacemos, nos desarrollamos, crecemos, y después nuestro cuerpo va envejeciendo hasta que morimos.
Nos crecen el pelo, las uñas.
Viene la primavera, el verano, el otoño, el invierno.
Amanece y anochece cada día.
Lo único que nunca cambia es que nada deja de cambiar
Pero aunque sea ley de vida y algo natural, a veces nos puede costar mucho transitar los cambios y soltar lo conocido.
En ocasiones incluso pasamos por momentos realmente duros, y no nos queda otra que hacernos a la idea y tirar hacia adelante… Porque hagamos lo que hagamos, la vida sigue.
Todo se transforma.
¡Así que más vale adaptarse y avanzar!
Pero, aunque logremos hacerlo, es normal que sintamos un poco de tristeza durante el camino, que nos cueste dejar marchar lo antiguo o nos dé miedo el futuro.
Porque a veces lo que desencadena estas emociones son eventos realmente dolorosos, como la muerte de un ser querido (tanto humano como animal), una ruptura amorosa, la pérdida de una amistad, de un trabajo, de un proyecto, de una oportunidad importante, …
En esta actividad aprenderás a:
Sentir que otras personas viven experiencias similares a la tuya a través de la escucha activa.
El duelo nos ayuda a mentalizarnos de que las cosas ya no son como antes, y que debemos adaptarnos.
A no mirar para otro lado, porque la respuesta la tienes dentro de ti.
Porque el duelo, aunque sea un proceso doloroso, nos ayuda a ACEPTAR los cambios, a VALORAR lo que tenemos y a ponernos en predisposición de ABRAZAR LO NUEVO que está por llegar.
No debemos mirar para otro lado ni tratar de acelerar el proceso. Elaborar adecuadamente el duelo sea cual sea el origen del sufrimiento y darle el tiempo necesario es fundamental para cicatrizar las heridas y continuar con nuestra vida.