Muchas personas se preguntan. ¿Cómo puedes mantener la energía a pesar de vivir tantas limitaciones físicas y de salud? Pasados los primeros momentos de enfado, rabia, aceptación de la situación, se nos plantea otro problema, son los incrédulos que prefieren ver una mentira antes que un problema real, desde aquí les digo, las personas que nos vemos sometidas a situaciones limites qué te obligan a cambiar de profesión, que sí o sí te has de reinventar o dejarte morir en el sofá, somos muchos los que hemos decidido vivir, si vivir la vida a tope, disfrutar de las pequeñas cosas, de la familia del amor de los que te rodean, hemos decidido no ser un incordio, pues la queja es mala compañera de la salud, aviso a navegantes para los incrédulos, pues están más cerca de la enfermedad que del bienestar. . Y si somos personas afortunadas como yo, de poder ayudar, servir, organizar actividades que dan visibilidad a determinados problemas, esto se convierte en la mejor terapia, les guste o no a los más desconfiados.
Hoy me gustaría hablar de la importancia que tiene para todos mantener el equilibrio vital de nuestro cuerpo. También para los incrédulos y los vampiros de energia.
Todo cuanto somos y cada ápice de lo que nos rodea es energía. Pero, entonces, ¿Qué es exactamente la energía? Y aún más importante, ¿existe alguna forma de equilibrar la energía del cuerpo y mejorar nuestro bienestar?
¿Qué es la energía?
Tal y como definen distintas culturas y religiones orientales, el qì o “energía vital” es la fuerza intrínseca a todo ser u objeto. Cada partícula que vibra en este instante y toma forma, aunque no seamos capaces de percibirla, es energía. Por esta razón, la energía se caracteriza por la vitalidad, la virtud y la creatividad.
Cuando los seres humanos comprendemos la importancia de equilibrar la energía del cuerpo, vivimos un cambio de perspectiva respecto a la vida misma, esta es la antesala en la que elegimos, vivir la vida a tope, o morir lentamente en un sofá.
TIPOS DE ENERGÍA
Los diferentes cuerpos que componen al ser están conectados entre sí. Pero ¿cómo funciona cada uno de ellos y cuál es el fin de los distintos tipos de energía?
Energía física
Aunque la energía física ha sido menospreciada desde algunas corrientes espirituales, lo cierto es que este tipo de energía resulta esencial para vivir cualquier experiencia humana. Y es que la energía física es aquella que da forma a tus sueños o metas. Sin ella, estaríamos negando la vida misma.
Una alimentación equilibrada, ejercicio físico diario y un sueño reparador son algunos de los motores de la energía física.
Energía mental
Podemos diferenciar dos clases de energía mental: la consciente y la inconsciente, y es en ambas donde damos forma a nuestra realidad. Es decir, la vida que elegimos vivir nace de la energía mental, concretamente de nuestras experiencias e interpretaciones, creencias, educación, herencia y recuerdos.
Hacer puzzles, meditar, leer o trabajar en el ordenador son algunos ejemplos de energía mental.
Energía emocional
Las emociones son una herramienta evolutiva que tiene como objetivo adaptarnos al medio en el que vivimos. Así mismo, a través de ellas formamos lazos con otros seres vivos y medimos la calidad de nuestras relaciones con ellos.
Las emociones también nos invitan a reflexionar y aprender, de modo que su conexión con la energía mental es muy estrecha.
Sentirse protegido junto a un ser querido o divertirse mientras bailas son un reflejo de la energía emocional.
Energía espiritual
Más allá del credo, la energía espiritual es una actitud ante la vida, donde prima la reflexión y la contemplación. Tratar de ser consciente de nuestras acciones, analizar qué nos lleva a actuar de determinada forma, meditar acerca del lugar que ocupas en la existencia, desarrollar la compasión y experimentar el agradecimiento define este tipo de energía. Además, hacer consciente nuestra energía espiritual resulta fundamental para equilibrar la energía del cuerpo.
5 CONSEJOS PARA BALANCEAR LA ENERGÍA
Modificar nuestros hábitos y cuidar cada dimensión del ser humano repercute en nuestra salud física, mental y emocional, proporcionando una mayor sensación de bienestar.
Practica mindfulness
El primer punto clave para equilibrar la energía del cuerpo es vivir el presente, es decir, ser consciente de nuestras acciones, aquí y ahora. El mindfulness o “atención plena” es una práctica de meditación que ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, y vivir cualquier experiencia con mayor plenitud.
De cualquier forma, siempre puedes incluir en tu día unos minutos de relajación. Toma asiento, cierra los ojos y lleva la atención a la respiración. Sin forzar. En la Asociación Activos y Felices puedes acompañarnos en esta practica.
Conecta con la naturaleza
Tumbarse a la sombra de un árbol, acariciar a tu perro o dar un paseo en kayak por la playa… Existen multitud de opciones para conectar con nuestras raíces y sacar provecho de los beneficios que aporta la naturaleza, como la paciencia y la tranquilidad o, incluso, la creatividad.
Sé agradecido
Estamos rodeados de pequeñas cosas que pueden hacernos sentir más felices y plenos. Sin embargo, no hemos desarrollado el hábito de percibir estos detalles y valorarlos. Agradecer todo cuanto tenemos puede no ser tarea fácil, pero su práctica es muy enriquecedora. Por ello, antes de ir a dormir —o al despertar— recapitula sobre lo que te rodea: desde tus piernas, pasando por tu capacidad para reflexionar sobre la vida, hasta esa cámara de fotos que durante tanto tiempo deseaste tener. No envidias, no incrédulos, no vampiros de energía, ante una duda acude sin miedo a la persona y pregunta pero no emitas juicios sin saber…
Lleva una alimentación saludable
Evita, en la medida de lo posible, el azúcar blanco y las harinas refinadas. Y es que, si bien estos pueden proporcionarte energía momentánea, su aporte de nutrientes es mínimo y su digestión es más pesada. En su lugar, escoge fruta o cereales integrales que te concedan energía física prolongada. Pierde peso, es muy importante. La incredulidad engorda.
Retira los aparatos electrónicos de tu zona de descanso
Por último, evita el uso del teléfono móvil antes de ir a dormir, así como de pantallas que activen tu cerebro y perturben tu momento de reposo. Trata de hacer de tu dormitorio un lugar para descansar y estar en paz.
Cómo te podemos ayudar en la Asociación Activos y Felices a equilibrar la energía
Equilibrar la energía del cuerpo es un proceso natural de nuestra propia naturaleza animal. Sin embargo, a menudo estamos desconectados de las diferentes dimensiones que conforman al ser humano. Y es que, así como visitamos a un profesional de la salud física y mental cuando es necesario, también es conveniente tener en cuenta nuestras necesidades emocionales y espirituales.
Un equipo multidisciplinar de profesionales esta a tu disposición para hace un programa AD HOC, solo para ti.
Nuestro método no solo puede aportar beneficios físicos y emocionales, sino también espirituales. Por este motivo, y si deseas aunar los distintos aspectos de tu vida, puedes despertar el potencial que reside en tu interior y equilibrar la energía.
Te esperamos en activosyfelices.org.